
16 Sep Los sobrevivientes, Duelo por Suicidio.
En este post queremos aportar una pequeña pincelada sobre los sobrevivientes, el duelo por suicidio.
El suicidio genera una fuerte conmoción en el círculo familiar y de amigos de quien lo comete; su huella se extiende más allá del ámbito más cercano: a su entorno laboral, a su barrio, etc. e incluso a veces genera una huella importante en la sociedad.
Perder a un ser querido por suicidio es de las experiencias más dolorosas que pueden vivir los seres humanos, por ello a los familiares, amigos y allegados se les denomina “sobrevivientes”.
El suicidio es una muerte autoinfligida inexplicable para las personas sobrevivientes, repentina e inesperada, lo que resulta que su muerte sea aún más dolorosa y más difícil de aceptar y reconocer.
Las personas sobrevivientes que se enfrentan a esta pérdida suelen tener distintas reacciones a nivel de pensamientos, de emociones, de comportamientos,… que son normales y habituales, y al tiempo son personales y diferentes a cualquier otro proceso de duelo.
El proceso del duelo por suicidio.
El proceso de duelo por suicidio es diferente a otro tipo de duelos. Algunas de las reacciones más comunes son:
- Shock y bloqueo emocional (no poder llorar, no poder sentir dolor…)
- Gritos, llanto, agitación motora.
- Negación de lo ocurrido e incredulidad (no ha podido hacerlo)
- Incomprensión de lo acontecido.
- Síntomas de ansiedad (sequedad en la boca, opresión en el pecho…)
- Pensamientos intrusivos en bucle y expresiones reiterativas.
- Rabia, enfado.
- Culpa y autorreproches (¿y si…?, ¿debería haber…?)
- Miedo, sensación de fragilidad y vulnerabilidad.
- Dolor, pena, desesperanza.
- Vergüenza.
- Alivio, sobre todo después de un largo tiempo de sufrimiento, años incluso, luchando por mantener a salvo a nuestro ser querido.
- Búsqueda compulsiva de información acerca de la vida del ser querido (p.e. a través de sus redes sociales, …)
- Rechazo y aislamiento social.
- Falta de energía, cansancio, etc.
- Aumento del consumo de alcohol o drogas.
- Trastornos del sueño y de la alimentación.
Cuando un ser querido muere por suicidio, tu propia vida permanece ligada a esa persona, olvidando o relegando, en ocasiones, a quienes se quedan. Y tras un suceso tan devastador: ¿cómo continuar con la vida?
¿Cómo continuar con la vida?
Durante los primeros momentos tras el suicidio las personas sobrevivientes suelen presentar pensamientos relativos a la búsqueda constante de una explicación: ¿por qué? ¿por qué no me di cuenta?, ¿por qué no me lo dijo?, buscando a veces de forma obsesiva en las últimas conversaciones y momentos compartidos respuestas; podemos pensar recurrentemente en algún detalle o frase que se nos ha quedado grabado en la mente, pensamientos sobre lo que podríamos haber hecho nosotros u otras personas: ¿y si?. Sin encontrar una verdadera razón para que nuestro ser querido tomara esa decisión.
ES MUY DIFÍCIL ACEPTAR LA IDEA DE QUE NUNCA SE SABRÁN LOS VERDADEROS MOTIVOS QUE LE LLEVARON A TOMAR ESA DECISIÓN.
Muchas veces la familia más cercana y los allegados se alejan, pareciera como si nos abandonaran, sin embargo la mayoría de las veces lo que sucede es que no saben cómo actuar con nosotros o les resulta demasiado doloroso, así alejarse es una manera para cuidarse a sí mismas.
A medida que el proceso de duelo va pasando, podemos ir aceptando esta falta de respuestas y dejar de preguntarnos de forma persistente el por qué, entendiendo que no teníamos conocimiento sobre las intenciones suicidas, que no podríamos reconocerlas y que probablemente no podríamos haberlo evitado. Las emociones de culpa y rabia tienen mayor intensidad y está más presente la tristeza, la soledad y el sentimiento de ausencia. Poco a poco estas emociones se mezclan con otras emociones positivas al volver a incorporar a nuestro ser querido en la vida familiar y hablar de él de manera natural, centrándonos más en los recuerdos de cómo vivió, que en el hecho de cómo murió, y podemos ir saliendo del aislamiento y retomar o iniciar relaciones sociales nuevas.
«Desde mi presente no puedo condenar a quien fui yo en mi pasado, por la sencilla razón de que aquel a quien ahora juzgo y repruebo es otra persona. Es absurdo condenar la ignorancia del pasado desde la sabiduría del presente». Pablo d’Ors
El primer año sin ti
El primer cumpleaños, la primera navidad, el aniversario del fallecimiento, son días especialmente difíciles que nos hacen sentir que retrocedemos en los avances conseguidos y que no seremos capaces de sobrellevar el duelo. Para muchas personas hacer pequeños rituales u homenajes es una forma de dedicar un espacio en esos momentos para recordar a su ser querido y saber que esas fechas siempre nos van a generar emociones asociadas a su ausencia, sin que signifique un retroceso.
Cada sobreviviente tiene sus propios tiempos de afrontamiento y de adaptación tras una pérdida tan importante y dolorosa. Con el tiempo debemos darnos permiso para pensar en nuevos proyectos, implicarnos en nuevas actividades, recuperar a nuestras amistades o emprender nuevas relaciones, y volver a disfrutar.
Aceptar NO es resignarse
- Aceptar que lo ocurrido es un hecho que ha cambiado para siempre nuestras vidas. Nunca nada volverá a ser igual, pero esto no significa no poder seguir adelante.
- Entender y aceptar que sufría mucho, quizás por razones incompresibles para nosotros, pero no veía otra salida a su sufrimiento.
- Respetar que fue su decisión, EQUIVOCADA, la peor de toda su vida, pero suya.
- Entender que su sufrimiento le hizo creer que estaríamos mejor sin él/ella. Probablemente pensó que con su muerte nos aliviaría de la carga que podría significar para nosotros en un futuro y confió en que saldremos adelante.
- Comprender que no quiso hacernos sufrir.
- Tener permiso para volver a reír, para disfrutar.
- LE PERDONAMOS y NOS PERDONAMOS por ser simplemente humanos.
Afrontar el proceso de duelo tras el suicidio de un ser querido es, seguramente, el proceso más doloroso que podemos hacer como personas, a veces, es tal el sufrimiento que necesitamos ayuda profesional. El tratamiento psicológico en los procesos de duelo por suicidio tiene como objetivo ayudar a superar la pérdida del ser querido de una manera más sana y continuar con nuestra vida, pudiendo disfrutar de ella.
Si necesitas ser atendido por un psicólogo sanitario, puedes contactar conmigo.